LA ÉTICA DE PAPEL
Es lamentable la decisión presidencial, pero es igual y hasta más lamentable que los funcionarios públicos necesiten de una serie de normas escritas en papel para saber cómo comportarse en el ejercicio de sus funciones. No es necesario que esté escrito en un documento que el funcionario público no puede llevar a sus familiares a trabajar a la institución pública que preside, ni gestionar favores que puedan constituirse en tráfico de influencias; que no debe mal utilizar los
bienes muebles, los inmuebles ni los recursos públicos.