NO PODEMOS ACEPTAR QUE SE CULPE A LA LLUVIA
Bajo ninguna circunstancia los ecuatorianos podemos acostumbrarnos a estos apagones. Ya hemos aceptado demasiadas faltas de parte del Estado: no tener seguridad, no tener educación pública de calidad, tener hospitales desabastecidos, no tener bibliotecas, no limpiar las aguas que las ciudades alimentan a los ríos, pagar una infinidad de yardas e impuestos, etc. Solo falta que ahora tengamos también, cada año y con cada estiaje, resignarnos a vivir con racionamientos eléctricos.