UN ARREBATO CONFISCATORIO
Las 471 empresas designadas deberán pagar entre el 1,25% y el 10% por ciento de sus ventas cada mes, en calidad de adelanto del impuesto a la renta que deberían cancelar recién en abril de 2025. Se supone que en ese entonces, si es que sus aportes exceden lo estipulado, el Estado les devolverá la diferencia. Se trata de una arbitrariedad indefendible, más aún cuando viene de un Gobierno que había prometido no subir impuestos.