LA LEY NI SIQUIERA COMO REFERENCIA
Es muy frecuente escuchar entusiastas
proclamas sobre la necesidad de respetar la ley. Y por supuesto, ese es un
elemento esencial para una vida civilizada en sociedad. Pero muchas veces esas posturas flaquean a conveniencia del que discursea. Ahí está uno de los grandes problemas nacionales: la hipocresía en el mensaje público, modificado al vaivén de intereses puntuales.