El crucero Norwegian Sun llegó al puerto de Manta este viernes con un total de 1.835 pasajeros y 859 tripulantes a bordo. Durante su estadía los cruceristas aprovecharon la oportunidad de participar en tours a distintos destinos turísticos de Manabí, enriqueciendo así su experiencia en el país. Los visitantes, en su mayoría de nacionalidad chilena, argentina, cubana, mexicana y europea, reflejan la diversidad de los viajeros que disfrutan de las atracciones turísticas de Ecuador, entre las que se destacan la riqueza cultural, natural y gastronómica que el país tiene para ofrecer a los visitantes de todas partes del mundo.Alejandro Montiel, turista de Chile recomendó seguir visitando este destino ya que existen muchos hermosos lugares por descubrir y su gastronomía es maravillosa.

Técnicos del Ministerio de Turismo participaron de la cálida bienvenida para los viajeros entregando souvenirs e información turística para complementar la experiencia de los cruceristas ofreciéndoles una visión más amplia de los encantos y atractivos de Manabí. La llegada de este crucero puede ayudar a que el país se recupere de la caída de ingreso de internacional a Ecuador en enero de 2024, el descenso a nivel nacional fue de 22 %, pues arribaron 95.753 viajeros versus 122.865 que llegaron el año pasado. Los empresarios de la industria del turismo señalaron que la razón fue por los episodios de inseguridad que se han dado, en especial por el ataque que tuvo el canal de televisión TC.

En el caso de Manta la caída es mayor, en enero de 2023 los ingresos internacionales fueron de 2.145 personas, en enero de 2024 fue solo de 779 pasajeros. Entonces el Ministerio de Turismo ha realizado una campaña para mostrar que los ecuatorianos son personas amables y hospitalarios. Además, Niels Olsen, ministro de Turismo, dijo en una entrevista con Diario EXPRESO que hay cientos de policías especializados en resguardar las zonas turísticas y que hasta el momento no se ha dado ningún suceso.

Habían transcurrido unos 30 minutos de la misa. Los más de 50 fieles que copaban la iglesia La Merced de Manta habían terminado de escuchar al sacerdote interceder por los enfermos y agradecer por la vida de algunas personas. Después que una mujer realizó la lectura de una lista de personas por cuyas almas se intercedía, el sacerdote volvió al altar. Al intentar proseguir con la misa, el sacerdorte solo alcanzó a esbozar unas palabras y se desmayó. Un monaguillo que estaba cerca intentó amortiguar la caída del cura.

Un grupo de fieles gritó y otros corrieron al altar a socorrerlo. Entre los fieles comenzaron a pedir ayuda al 911 para prestar atención al sacerdote, de la tercera edad. “La presión se le ha bajado”, comentaban los feligreses, que pedían que oliera alcohol. Una ambulancia llegó al templo tras el llamado de los fieles. El padre se repuso minutos después y decidió sentarse un momento mientras se daba la comunión. Algo recuperado, el padre decidió retomar la parte final del servicio. Antes de terminar dijo: “Hasta mañana, si Dios quiere”.