CALLAR ANTE EL ROBO ES SER CÓMPLICE
Preocupa el silencio de las autoridades de Gobierno cuando aparecen a raudales denuncias de víctimas de suplantación de identidad para realizar préstamos bancarios y vaciar los fondos de los afiliados al Seguro Social. Indigna que, ante este robo infame que también afecta a los jubilados, las respuestas sean tibias y que a nadie le conmueva que las víctimas estén pagando mensualmente las cuotas por créditos que nunca solicitaron.