Según la sección VIII de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, el Secretario General o Prosecretario General tiene 16 funciones, entre las que no se encuentra la vocería, comentarios o pronunciamientos sobre los asuntos que trata la Asamblea Nacional. De hecho, la décima función específica que el Secretario General debe “guardar reserva de los asuntos así calificados por el Pleno”. La discreción no ha sido una cualidad de Alejandro Muñoz, el mediático secretario general del Legislativo, quien asume posturas, emite cuestionamientos, genera conflictos, defiende gestiones y opina sobre procedimientos parlamentarios, aun cuando no le corresponda.
Muñoz asumió el cargo como secretario general el 17 noviembre de 2023, como una cuota política del Partido Social Cristiano (PSC), tras una nominación de la asambleísta Dallyana Passailaigue. Fue cercano al expresidente del Legislativo, Henry Kronfle, y se mantuvo como secretario cuando asumió la correísta Viviana Veloz. Pugnas con el Ejecutivo Su desempeño empezó a evidenciarse desde mediados del año anterior, tras los cuestionamientos que llegaron desde el Ejecutivo hacia la Asamblea Nacional. Muñoz se atribuyó vocerías en asuntos como una acción de protección presentada por la legisladora Inés Alarcon o polemizar con el exviceministro de Gobierno, Esteban Torres, a través de redes sociales.
También devolvió un Decreto Ejecutivo a la Presidencia de la República, presuntamente sin la autorización respectiva para hacerlo. Por este acto, la Fiscalía lo notificó el 9 de enero de 2025, debido a una denuncia presentada por el presidente Daniel Noboa por presunta simulación y usurpación de funciones públicas. No es la primera vez que se entablan acciones penales en su contra. En agosto de 2024 se presentaron otras tres denuncias contra Muñoz por sus presuntas irregularidades en la gestión de su cargo.