LA AUTOCRÍTICA
La primera de las actitudes de una persona en su legítimo derecho de pensar y tener sus creencias es ser autocrítico, aplicar aquella máxima del maestro de maestros del esplendor de los griegos, Sócrates: “conócete a ti mismo”. Ese pensamiento lo condujo a su vez a expresar “solo sé que nada sé”. Sabía que para llegar a la isla de la sabiduría hay que atravesar un océano de aprendizajes; no somos sabelotodo, llegamos a saber sobre nuestra profesión u oficio después de largos años de estudios y vivencias.