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El barrio San Antonio Dos, tiene alrededor de 800 habitantes, entre niños y adultos, ocupa unas 7 hectáreas que se extienden desde el semáforo hasta la parte trasera del canal de la ciudad de Manta.
En el barrio Nuevo Manta de San Juan, con una historia que se remonta a 2002 y más de 120 familias actualmente residiendo en la zona, las necesidades de la comunidad han sido expuestos por diversos moradores. Piden a la Alcaldesa agilizar las gestiones para mejorar la infraestructura, incluyendo obras de alcantarillado, pavimentación de calles y colocación de tachos de basura para combatir la acumulación de desechos.
La presidenta del barrio comunidad Río Manta 1, Flora Perlaza ha destacado que el principal problema que enfrenta es el estado del río, manifestando su preocupación por la falta de limpieza adecuada y los trabajos inconclusos que han sido realizados hasta el momento.
El barrio 4 de Noviembre, con una historia de 77 años y aproximadamente 8500 residentes, se encuentra en un estado de abandono que preocupa a sus habitantes. Pedro Prado, presidente del barrio, ha manifestado la urgente necesidad de mejora en las condiciones de las calles, aceras y bordillos, que llevan más de 7 años en un estado lamentable.
Con aproximadamente 1500 habitantes, el barrio 5 de Junio, ubicado cerca de la institución educativa del mismo nombre, se ha convertido en un punto vital para la comunidad. Sin embargo, a pesar de contar con servicios básicos, los moradores manifiestan diversas carencias que afectan su calidad de vida.
Los residentes del barrio Riveras del Río Manta han levantado su voz para solicitar medidas que mejoren la calidad de vida en su sector. Con alrededor de 400 habitantes en la zona, la seguridad y el bienestar de la comunidad son prioritarios.
El emblemático Barrio Miraflores, con sus 116 años de historia, enfrenta desafíos que claman por soluciones urgentes. Los moradores expresan su preocupación por el estado de olvido en el que se encuentra esta comunidad.
Los moradores del barrio 15 de Septiembre expresan sus preocupaciones, por las condiciones actuales de su sector. Washington Anchundia destaca que el nombre del barrio es un homenaje a los personas que fallecieron en el paro cívico de 1958.
Los moradores del Barrio Las Cumbres han expresado su preocupación por las deficiencias en el alumbrado público que generan inseguridad en la zona. Erika Alcívar destaca la necesidad de un parque para que los niños y familias se distraigan, así como la implementación de reductores de velocidad en la calle principal, debido al tráfico intenso que pone en riesgo a estudiantes de una escuela cercana.
Los moradores del barrio Mazato ha alzado la voz para exigir mejoras significativas en su sector. Olga Hernapa, una residente del barrio, expresó su preocupación por el incumplimiento de promesas realizadas por las autoridades. “Lo que pedimos es que se cumpla con la construcción del parque y las canchas para nuestros hijos, como se había prometido. Además, la calle trasera sigue sin pavimentar”, comentó Hernapa, quien también denunció la falta de fumigación en el área, a pesar de haber solicitado el servicio hace meses.
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