Chile amaneció pendiente de la llegada a Santiago del cuerpo del expresidente Sebastián Piñera, fallecido este martes en un accidente de helicóptero a los 74 años, para despedirlo primero en un velatorio, en el antiguo Congreso de Santiago, y luego en el funeral de Estado que se celebrará el viernes.
El féretro cubierto con una bandera chilena, llegó sobre las 12:00 hora local en un avión de la Fuerza Aérea de Chile al aeropuerto de Santiago y fue recibido con honores por el presidente Gabriel Boric y varios de sus ministros. Al son de un himno fúnebre militar, el ataúd fue sacado del avión por uniformados de la Fuerza Aérea y transportado unos metros en un carruaje de madera, escoltado por sus hijos y parte de sus nietos, hasta un auto que lo condujo a la antigua sede del Congreso Nacional de la capital, donde desde hacía más de cuatro horas lo esperaban cientos de admiradores.
El féretro y la familia del expresidente fueron recibidos desde el exterior del recinto por los presidentes del Senado, Juan Antonio Coloma; de la Cámara de Diputados, Ricardo Cifuentes; y de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, en representación de los poderes del Estado, tal y como establece el protocolo para un funeral de este rango.
Por una alfombra roja que atravesaba el Salón de Honor del edificio, entró el ataúd en medio de una fuerte y emotiva ovación de aplausos que se extendió por más de un minuto. A su izquierda se colocó la familia, con la viuda, Cecilia Morel, y los hijos, nietos y hermanos en primera fila; mientras que a la derecha había exministros y exasesores de su Gobierno.