El presidente de China, Xi Jinping, inspeccionó el 17 de octubre instalaciones del Ejército chino, instando a aumentar sus capacidades disuasorias y de combate. La información fue divulgada el 19 de octubre por medios estatales, destacando la relevancia de esta directriz para la seguridad nacional.
Xi visitó una brigada estratégica de misiles con más de cincuenta años de historia, que ha fortalecido su preparación desde 2012, según la agencia oficial Xinhua. Durante la inspección, se interesó por el “armamento y equipos introducidos recientemente” en el campo de entrenamiento.
SE INTENSIFICÓ LA FORMACIÓN DE TROPAS En su discurso, Xi subrayó la necesidad de intensificar la formación de las tropas y mejorar sus capacidades operativas. Esto se produce en un contexto de crecientes tensiones con Taiwán y en el mar de China Meridional, donde ha habido enfrentamientos entre buques chinos y filipinos. Las declaraciones de Xi han provocado protestas en países vecinos, como Japón y Nueva Zelanda, preocupados por la militarización regional.
Este clima de tensión refleja un contexto geopolítico en el que China busca reafirmar su poderío militar. La Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación, responsable de los misiles nucleares y convencionales, realizó recientemente un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental en el Pacífico, el primero en décadas.
Este hecho ha suscitado críticas por la opacidad del programa nuclear chino, que, según Estados Unidos, podría contar con más de 500 cabezas nucleares operativas y duplicar esta cifra para 2030.
