La escasez de plátano provocada por las intensas lluvias del invierno ha generado una fuerte alza en los precios de este producto básico en Portoviejo y otras zonas de Manabí. Racimos que hace pocas semanas costaban entre $3 y $4 ahora se venden hasta en $12, afectando significativamente a consumidores, comerciantes y locales de comida que dependen de este ingrediente para su actividad diaria.
Según datos oficiales, más de 3.500 hectáreas de cultivos de plátano se perdieron en Manabí debido a las inundaciones, lo que ha reducido drásticamente la oferta local.
Esto ha impactado de manera directa a negocios que ofrecen platillos tradicionales como el tigrillo, los bolones y las empanadas de verde, que ahora enfrentan dificultades para mantener sus precios y cubrir la demanda.
Aunque algunos productores exportadores se han beneficiado de los precios más altos en mercados internacionales, el incremento no ha sido favorable para el consumo interno. La Federación Nacional de Productores de Plátano del Ecuador ha emitido un llamado urgente a las autoridades para encontrar mecanismos que estabilicen los precios y garanticen el acceso del producto a la población local, sin comprometer el bienestar del sector agrícola.
Mientras tanto, los consumidores manabitas hacen malabares para adaptar su dieta y los comerciantes intentan resistir un golpe más a su ya frágil economía. La incertidumbre persiste, mientras el invierno sigue causando estragos en los campos del país.