Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil, quien fue procesado en el denominado caso Triple A, no acudió el pasado 15 de abril a ponerse el grillete electrónico que le fue ordenado por el juez de la causa; y la Fiscalía afirma que su inasistencia podría tener consecuencias.
El 16 de abril, Álvarez señaló, mediante un escrito, que padece un cuadro cardiaco de hipertensión arterial y taquicardia paroxística, de acuerdo al diagnóstico de un especialista.
Según lo argumentado por su defensa, esta condición le impide que porte un dispositivo de vigilancia, por lo que insistió el 21 de abril que se adelante la audiencia de revisión de medidas cautelares, que fue fijada para el 27 de mayo, con el fin que la disposición del grillete sea revocada.
Ese mismo día, el magistrado Renán Andrade pidió que la Fiscalía General del Estado se pronuncie, para que él pueda tratar una posible reagendación de fechas.
Ayer miércoles 23 de abril, el fiscal César Leonardo Alarcón reaccionó ante esta situación y señaló en un oficio que, como Álvarez y otro procesado no acudieron a la colocación de los aparatos, sus conductas podrían llevarlos a prisión preventiva.
“No se presentaron ante las dependencias de este Servicio de Estado para la colocación de los dispositivos de vigilancia electrónica dispuestos por su Autoridad, en virtud de lo cual, se configura el incumplimiento de la disposición judicial”.
Según el artículo 542 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el incumplimiento de una orden no privativa de libertad de un procesado hace que la Fiscalía deba pedir al juez que ellos sean privados de su libertad.
Con la respuesta del fiscal, el juez Renán Andrade podría adelantar la audiencia, en la que Aquiles Álvarez estaría libre de usar un grillete o podría enfrentar una boleta de encarcelación.
