CAMBIO DE MODELO Y COMPETITIVIDAD
La competitividad es uno de los temas menos tratados por las autoridades y menos comprendido por la sociedad, pero es el más relevante para un cambio real de modelo económico en Ecuador. Este concepto encierra varias ideas relacionadas con el éxito. Es hacer las cosas mejor que los competidores, lo que brinda una real ventaja para mejorar la rentabilidad. La superioridad puede ser de varios tipos: por productos, mejores costos, producción de mejor calidad, estabilidad tributaria y otras más. Aunque es un término que lo manejan en el sector privado, su implementación, en el caso del país, depende mucho del sector público, en especial de las máximas autoridades del ala económica del Gobierno. Ellos son quienes deben eliminar trabas que interrumpen el objetivo de ser más competitivos frente a los demás países de la región, del continente y, lo que sueñan todos, del mundo. Los análisis de cómo el país desperdicia oportunidades de inversión, sobre cómo un gasto estatal desmedido impide el crecimiento hasta del empleo, cómo se desincentiva al sector privado a invertir, están hechos desde hace varios años, en especial por los gremios productivos. Y, ahora, es momento de desempolvarlos. El Gobierno ha dado un paso importante para mejorar la competitividad del país al contratar al Growth Lab de Harvard para que lidere el diseño de la política de competitividad del Ecuador. Si el Gobierno lo permite, este pudiera ser un verdadero punto de inflexión en la vida empresarial del país, con un modelo que apunte a la libertad, la propiedad privada y una mejor ciudadanía.