La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) ha cerrado tres establecimientos en Manabí debido a que sus productos representan un grave riesgo para la salud de los consumidores.
La medida fue tomada después de que los análisis de laboratorio revelaran resultados preocupantes en los productos de estos locales. En Junín, una planta embotelladora de agua fue clausurada tras detectarse la presencia de bacterias peligrosas como aerobios mesófilos y pseudomonas aeruginosa.
Estos microorganismos son conocidos por causar trastornos digestivos graves como diarreas y dolor abdominal, lo que podría poner en peligro a quienes consumen el agua. Por otro lado, en Portoviejo, un laboratorio dedicado a la producción de productos naturales también fue cerrado, ya que sus productos no cumplían con los estándares físico químicos y microbiológicos establecidos.
La falla en estos parámetros pone en riesgo la seguridad de los productos elaborados en el laboratorio. Finalmente, en Sucre, una planta procesadora de bebidas alcohólicas fue intervenida luego de que dos de sus productos, un licor de jamaica y uno de crema, fueran analizados y detectaron irregularidades.
Uno de los productos contenía metanol, un alcohol altamente tóxico que puede causar efectos graves como ceguera, pérdida de conciencia e incluso la muerte si se consume en grandes cantidades.
Las autoridades de Arcsa continúan con sus investigaciones y exigen que estos establecimientos subsanen las irregularidades antes de volver a operar.
