2025: EL RETO ES QUE TODOS QUIERAN QUEDARSE EN ECUADOR

Una de las noticias más duras a las que nos enfrentamos en 2024 fue conocer que casi medio país está dispuesto a irse. Esté desánimo con el futuro del Ecuador tiene que ver con la inestabilidad de los últimos años. Cuando el país fue sumido en peleas originadas por los políticos, que han afectado a la economía y al empleo. Así, vivimos, día a día, un estancamiento que sabe a retroceso. Pero hoy inicia un nuevo año. La hoja está en blanco. Mujeres y hombres debemos vivir y trabajar para mejorar las vidas de nuestras familias, es indudable; pero no debemos ser confiados con lo que quieran hacer los políticos. Y, más aún, en tiempo de campaña electoral. Los intelectuales, la sociedad civil organizada y los ecuatorianos más representativos por esfuerzo propio, están obligados a dar luces, no callar más por temores de cualquier tipo. El motivo, muy simple, es que quienes originaron este frenazo en el Ecuador no se resignan a salir del tablero. Golpeados y desacreditados, persisten. Estos ecuatorianos deben colaborar para que la clase política, que toma las decisiones que nos afectan a todos, sea menos desorientada, menos divisionista y menos servil a jefes oscuros. Están obligados porque el Ecuador, según la última medición de Cedatos, desea para este año: seguridad (25,9%), prosperidad y progreso (12,5%), paz y tranquilidad (12,4%), estabilidad económica (12%) y trabajo (10,8%). Si estos deseos, con la ayuda de los más preparados, van siendo alcanzados en estos próximos 12 meses, iremos superando el mayor reto nacional: que ese medio país decida quedarse en Ecuador. Para volver a creer en el país debemos dejar el desánimo ante los desafíos y tratar de superarlos en conjunto.