El barrio Chile, con una trayectoria de alrededor de 40 años en la ciudad, se encuentra sumido en el abandono por parte de las autoridades competentes. Con una población de 2500 personas, los moradores denuncian la falta de alcantarillado y agua potable.
Según testimonios de los propios habitantes, la situación se agrava con problemas en la recolección de basura, calles llenas de escombros y pavimento en mal estado. Carmiña Párraga ha interpuesto denuncias ante las autoridades por esta problemática, pero asegura no ver avances significativos.
María Teresa Santana expresa su preocupación por la escasez de agua, llegando solo dos veces por semana e incluso teniendo dificultades para costear el servicio de tanqueros. Además, destaca la deficiente atención en el centro de salud de Santa Martha, donde la falta de medicamentos y largas esperas son una constante.
Las quejas también abarcan la ausencia de rondas policiales y la falta de respuesta ante situaciones de emergencia. Los vecinos reportan casos de incendios y señalan la ineficiencia de la institución responsable del servicio eléctrico.
Un morador resalta en la necesidad urgente de limpieza en el sector, por la presencia de montes. En un llamado desesperado a las autoridades locales, Alba Santana insta a la acción y pide mejoras sustanciales en la infraestructura y servicios públicos.
Ante este panorama, los moradores del barrio Chile esperan ansiosos por respuestas concretas y soluciones efectivas que mejoren su calidad de vida y les brinden un entorno seguro y digno para vivir.