Ecuador soporta, aunque con pausas, 10 horas al día de apagones. Una situación que podría empeorar, con más horas de penumbra, cuando la sequía se intensifique en los próximos dos meses: noviembre y diciembre. Así lo explica a EXPRESO el analista económico Jorge Calderón. “En los próximos dos meses la situación podría ser peor porque las lluvias normalmente ocurren en la segunda semana de diciembre y cada vez se hacen menos frecuente y se demoran más en llegar. Para cuando llegue esa época navideña, habrá aumentado el consumo de electricidad y habrá un déficit de energía”, indica el experto.
De ahí que el Gobierno está pidiendo la ayuda de la autogeneración a las empresas e incentivando a la compra de generadores eléctricos pequeños e industriales para los hogares y los pequeños negocios, través de la eliminación de aranceles de estos aparatos, para hacerle frente a la grave situación, añade Calderón. Según ha informado el Operador Nacional de Electricidad (Cenace), el parque hidroeléctrico del país, de que Ecuador depende en un 71 % para la generación de electricidad a nivel nacional, está operando solo en un 50 %.
Esto por la falta de lluvias por una época de sequía que se extenderá por lo menos hasta febrero de 2025. Aunque el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) prevé lluvias de variable intensidad con tormentas eléctricas y ráfagas de viento en la región Amazónica, Sierra y norte del Litoral, en estos primeros 15 días de octubre, estas no garantizan la mejora de las centrales hidroeléctricas para el abastecimiento de energía sin interrupciones, pues las centrales hidroeléctricas están bajando su capacidad de generación a falta de agua. “Ahora está lloviendo en ciertas partes, pero en los puntos donde están las centrales, muy poco. Esperemos que antes de diciembre pueda llover en las zonas de las hidroeléctricas, pero por ahora todo apunta a que las horas de apagones subirán para finales del año”, detalla el analista.