El Sindicato de Trabajadores del Municipio de Manta convocó a un plantón y una posterior marcha hasta los bajos del cabildo, como medida de presión para exigir el pago de los salarios correspondientes a los meses de octubre y noviembre, que continúan pendientes cuando el calendario se acerca al cierre de diciembre. Los obreros llegaron hasta el Municipio para hacer sentir su reclamo y el descontento que atraviesan por la falta de ingresos. Ítalo Hernández, secretario general del gremio, expresó su preocupación por la situación económica que viven los trabajadores municipales y sus familias.
Recordó que no es la primera vez que se presentan retrasos en el pago de salarios y que, pese a los ofrecimientos de mejora realizados en años anteriores, el problema persiste. El dirigente advirtió que la falta de ingresos impacta incluso en el desempeño laboral, ya que muchos obreros enfrentan deudas, gastos médicos y necesidades básicas insatisfechas. “El hambre no espera, las enfermedades no esperan”, manifestó, al recalcar que la incertidumbre económica repercute directamente en la productividad y el bienestar de los trabajadores.
EL CLAMOR DE LAS FAMILIAS Durante la jornada de protesta, otro obrero tomó la palabra y relató el drama que vive en sus hogares. “Nuestros hijos ya se acercan las Navidades. Nuestros hijos nos piden café, almuerzo, merienda. Tenemos que pagar arriendo. A nosotros no nos esperan, ya nos quieren botar de la casa”, expresó. Agregó que el llamado también es humano y espiritual. “Si ella nombra tanto a Dios, Dios es una persona humilde, no orgullosa.
Así mismo nosotros le pedimos que se le ablande el corazón, que vea los corazones de cada familia, cómo nos sentimos y cómo sufre nuestra familia”, manifestó. Hernández sostuvo que la movilización busca llamar la atención de las autoridades y apelar a su sensibilidad, tras múltiples intentos de diálogo y acuerdos que, según indicó, no se han cumplido. Aseguró que el sindicato mantiene una postura abierta al diálogo, pero que la falta de respuestas concretas obligó a los trabajadores a salir a las calles para visibilizar su reclamo.
