TRANSFORMACIÓN SINDICAL
El Ministerio de Trabajo impulsa un cambio en los sindicatos del país. Lo hace amparado en tres pilares: la Constitución, la Ley 180 sobre el Financiamiento de centrales sindicales, vigente desde 1984, y las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo. El objeto es evitar que los dirigentes sindicales se atornillen en sus cargos, sirvan a sus agremiados por un tiempo limitado y que exista alternancia y paridad de género; propone la presentación de informes económicos de las cuotas o aportes de los trabajadores, y que solo puedan ser dirigentes sindicales los trabajadores activos. Con un nuevo reglamento para el derecho de libertad y autonomía sindical, la ministra Ivonne Nuñez dispuso que los miembros de una directiva puedan ser reelegidos por un período adicional consecutivo. Y, para volver al cargo, deberán esperar al menos un período completo. La nueva norma obligará al cambio de los sindicalistas actuales, que tratan a los sindicatos como su propiedad y, ojalá, dejarán de ser búnkers de adoctrinamiento ideológico. Los sindicatos han descuidado a sus trabajadores e ignoran por completo a los desempleados y los informales. El nuevo mecanismo de elecciones ayudará a que los aspirantes a dirigentes pidan el voto a cambio de mejores servicios. Así, buscan la industrialización, la defensa de la unidad nacional, fortalecer programas de capacitación, la implementación de políticas para proteger la familia y para incentivar el empleo privado. El adiós a los caciques ayudará a los trabajadores.