La promesa de un gran espacio recreativo en el corazón de Manta sigue en deuda. Aunque el Megaparque Agustín Intriago debía estar terminado, en el 2023, ya que el plazo de entrega era de 360 días. Hoy luce incompleto, con césped seco, zonas inconclusas y poca sombra.
Durante un recorrido realizado por el equipo de Diario El Mercurio en el parque, se pudo constatar que algunas áreas lucen renovadas, con juegos infantiles y senderos nuevos. Sin embargo, a pocos metros, el contraste es evidente: estructuras a medio instalar, tierra expuesta, maleza sin podar y árboles jóvenes que aún no ofrecen sombra.
Lo que más ha llamado la atención de los moradores es que, pese al evidente retraso y deterioro, los ciudadanos siguen pagando la Tasa Verde, un rubro que aparece en los servicios básicos y que está destinado al mantenimiento de áreas verdes. “Eso es supuestamente para mantener verde el parque. Si están cobrando, tiene que haber mantenimiento. Si no hay mantenimiento, ¿a dónde va la plata?”, cuestiona un ciudadano.
Más allá del parque, el entorno también preocupa. “Váyase rectito hasta la avenida 22, ahí verá un terreno baldío donde la maleza ya sale a la calle. Tiran basura, animales muertos… y eso que es zona céntrica”, comenta otro habitante del barrio La Dolorosa. “Pagamos el impuesto verde, pero ni el parque ni los alrededores están en buen estado. Deberían estar impecables”.
Actualmente, las maquinarias aún permanecen en el sitio y se observa personal trabajando. Algunas zonas han sido cerradas temporalmente, mientras otras se usan con precaución por niños y jóvenes.
La ciudadanía espera que el proyecto se concluya pronto y que se cumpla con lo ofrecido: un espacio público digno, accesible y verdaderamente verde. Mientras tanto, las críticas y preguntas sobre los recursos invertidos continúan creciendo, al igual que la maleza.