Nayib Bukele, presidente de El Salvador, se convirtió en el primer mandatario latinoamericano en asegurar una reunión oficial con Donald Trump en la Casa Blanca. Ocurre durante el segundo mandato del líder estadounidense.
La noticia fue revelada por CNN, medio que detalló cómo Bukele logró posicionarse como un aliado estratégico para la administración republicana.
Mientras otros jefes de Estado de la región apenas logran encuentros informales en la mansión de Mar-a-Lago, Bukele avanza en la consolidación de un vínculo. Va más allá de la diplomacia tradicional.
El eje central de esta cercanía es la política migratoria. Según CNN, El Salvador abrió las puertas del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) para recibir a inmigrantes deportados desde Estados Unidos. Muchos de ellos fueron señalados por Washington como miembros de organizaciones criminales como el Tren de Aragua.
Transferencia de reos
Este acuerdo incluye la transferencia de aproximadamente 200 reos, por quienes la administración de Trump pagará alrededor de 6 millones de dólares para su custodia en la megaprisión salvadoreña durante al menos un año.
La instalación, criticada por organismos internacionales como Human Rights Watch, podría incluso ampliarse, según informó el ministro de Justicia salvadoreño, Gustavo Villatoro, a CNN durante una visita reciente.
La afinidad política entre Bukele y Trump
Más allá de la colaboración carcelaria, la afinidad entre Bukele y Trump también se alimenta de una visión compartida sobre el poder judicial. Ambos mandatarios criticaron fuertemente a sus respectivos sistemas judiciales, acusándolos de obstaculizar las reformas gubernamentales, según la CNN.
En El Salvador, Bukele destituyó a magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general en 2021, una maniobra que fue replicada en el discurso de Trump para justificar acciones similares.
Incluso figuras como Elon Musk se sumaron al debate, respaldando la postura de Bukele sobre la necesidad de reformar la judicatura para avanzar en la agenda política. Musk sostuvo en redes sociales que la estrategia salvadoreña podría ser aplicada en Estados Unidos, coincidiendo con las críticas de Trump hacia los jueces federales.
La sintonía política y la cooperación en materia de seguridad hicieron de Bukele una figura destacada ante los ojos de Trump. El expresidente estadounidense lo calificó como “presidente B” en su red social Truth Social, celebrando la colaboración bilateral para “erradicar las organizaciones terroristas”.
Así, el encuentro de Bukele en la Casa Blanca no solo simboliza el fortalecimiento de una alianza estratégica, sino que también refleja el giro de la diplomacia regional hacia líderes con posturas firmes en seguridad y control migratorio.