Las cooperativas de ahorro y crédito en Ecuador enfrentan una crisis debido a la creciente morosidad, impulsada por la migración y las extorsiones a negocios, especialmente en la Costa. Familias enteras se endeudan para salir del país y dejan impagos los préstamos, mientras que la inseguridad impide a los comerciantes pagar sus deudas. Como respuesta, las cooperativas han endurecido sus políticas de crédito. El sector cooperativo en Ecuador atraviesa un momento crítico. A la alta morosidad que viene arrastrando desde 2024, se suma la creciente migración de familias enteras, muchas de ellas endeudadas con cooperativas antes de salir del país, sin intenciones de volver a pagar.
Antes era común que una sola persona se endeudaba, migraba y enviaba las remesas al país. Hoy es diferente, se van familias completas, piden varios créditos y como no vuelven, ya no los pagan, dijo Édgar Peñaherrera, gerente de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored). A esto se añaden las extorsiones en la Costa, que han obligado a los negocios a destinar su dinero a pagos ilícitos en lugar de cumplir con sus deudas. “Ya no se pueden cobrar muchos créditos y para prestar hay que pensar mil veces porque la situación es muy complicada”, explicó Peñaherrera.
El impacto es evidente: la morosidad del sector alcanzó el 8,09% en enero de 2025, casi el triple de la registrada en el sistema bancario (3,16%). Ante este escenario, las cooperativas han tenido que volverse más estrictas al conceder préstamos. “Nos hemos visto obligados a ser más cautos, como los bancos”, señaló Peñaherrera. Los comerciantes en la Costa enfrentan una doble crisis: la económica y la de seguridad. Peñaherrera reveló que muchos negocios han dejado de pagar sus deudas porque destinan su dinero a extorsionadores. “Se ha vuelto muy difícil la situación, incluso los trabajadores de cooperativas no pueden ir a cobrar a ciertas zonas porque los amenazan de muerte”, denunció.