Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos, anunció este martes una medida para regularizar la situación de más de medio millón de migrantes indocumentados. En un evento en la Casa Blanca, acompañado de legisladores, funcionarios y activistas, el mandatario describió esta iniciativa como una medida de “sentido común” destinada a proteger a los inmigrantes.
El presidente subrayó su compromiso con la política migratoria más justa y humana. Esta decisión surge en un contexto donde Biden busca equilibrar una postura firme en la frontera con políticas que apoyen a los inmigrantes establecidos en el país.
La nueva política permitirá a ciertos cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses solicitar la residencia legal permanente sin necesidad de abandonar Estados Unidos. Según el Instituto de Política Migratoria, este cambio beneficiará a aproximadamente 500 000 familias y a unos 50.000 hijos menores de 21 años. Este programa representa una de las iniciativas más significativas en los últimos años para defender a los migrantes.
La medida se dirige específicamente a aquellos que han vivido en el país durante más de una década y están casados con ciudadanos estadounidenses. Para ser elegibles, los solicitantes deben haber residido en Estados Unidos desde antes del 17 de junio de 2014, estar casados con un ciudadano estadounidense y no tener antecedentes penales. Esta política busca evitar las prolongadas separaciones familiares que resultan del requisito de regresar al país de origen para completar el proceso de obtención de la green card.