Hemos tenido que salir de aquí por temor a las balaceras. No se puede vivir así, ahora está tranquilo porque los militares están en cada esquina, pero una vez que se vayan tememos que vuelvan los crímenes”.
Esa es la reacción de un hombre que vive en uno de los cinco barrios de Puerto Bolívar, Machala, en El Oro, donde se ha desatado la violencia. Él dejó su casa para pasar unos días donde unos parientes en Huaquillas porque el plomo zumbaba a cada momento desde el 7 de mayo. Incluso el miércoles, antes de salir, durmió con sus seres queridos en el piso por miedo a que les mate alguna bala perdida.
