Se cumplen ocho años, del terremoto que afectó a las provincias de Esmeraldas y Manabí, hoy en horas de la mañana observamos un rodillo, que realiza trabajos sobre el área conocida como Inalca, dónde se asentaban locales comerciales, antes de la tragedia, también se observa una pequeña plaza, dónde estaba el mercado de Tarqui.
Este fue el lugar más afectado en Manta. La parroquia perdió el dinamismo comercial que impuso varias décadas. La gestión realizada resulta insignificante, reactivar el pulmón comercial de Manta, necesita modelo de gestión, planificación y financiamiento que posibilite un moderno espacio de desarrollo, en tanto se desarrolla la injusticia sobre el sector mayormente afectado.
Manta debe exigir por derecho y justicia los recursos de la Ley de Solidaridad y ayuda internacional para transformar Tarqui.