Tres años han pasado desde que la aerolínea estatal Tame entró en proceso de liquidación y que esto finalice aún tomará tiempo. El avance es de apenas el 46 %. Hay millonarias deudas que no logran saldar y bienes que no consiguen vender. La flota de Tame era de ocho aeronaves, seis ya se vendieron, pero ha tenido problemas con las últimas dos. Este mes las puso a la venta una vez más. Se trata de dos aviones tipo Embraer valorados en USD 1.2 y USD 1.1 millones. Venderlos no es sencillo, cada avión tiene dos motores y ninguno funciona, lo que para el comprador significaría otro gasto. Además, varios componentes caducan el próximo año.
A eso se suma que el convenio para que los aviones sigan estacionados en el aeropuerto de Quito finaliza el 31 de diciembre. Si el nuevo intento de venta fracasa, se volverá a probar todo el 2024, pues el Decreto 778 emitido en junio extendió el plazo para la liquidación hasta mayo de 2025. Pero ahí viene el segundo problema, aunque se comercialicen, esto no alcanza. El déficit de Tame asciende a USD 307 millones y sus activos apenas llegan a los USD 14 millones.