ÉXODO DE ECUATORIANOS

Cuando en el mes de abril de este año, la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) indicaba que por la selva de El Darién en Panamá se había alcanzado un récord de más de 100.000 personas cruzándola y se establecía que 14.327 de estas personas eran ecuatorianas, me causó una enorme tristeza evidenciar en esta estadística una de las vías del éxodo de nuestros compatriotas que buscan en los Estados Unidos o en Europa una posibilidad de tener mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Posteriormente, a fines de septiembre, tuve acceso a otra información que señalaba que a esa fecha ya se contabilizaban 248.901 migrantes cruzando esa misma selva, de los cuales 34.357 eran ecuatorianos, es decir, de acuerdo a esa estadística, la mayor cantidad de migrantes, luego de los ciudadanos venezolanos que cruzan por ese inhóspito y peligroso lugar panameño. En estas semanas, las noticias también señalan que la frontera mexicana con Texas, en la zona de Eagle Pass, en un solo día ha recibido hasta 9.000 migrantes, abarrotando los sistemas de asistencia e instalaciones existentes en el lugar. De estos migrantes no tengo la menor duda de que un porcentaje alto también será de compatriotas que, superando obstáculos geográficos y económicos, han llegado hasta esa instancia, y lo que es peor, no solamente son hombres y mujeres, jóvenes o adultos, sino que además se evidencia niños y niñas en estas oleadas de ecuatorianos. Pero las noticias no paran y señalan también que la ciudad Santuario de Nueva York se encuentra también invadida por una oleada de migrantes que, aprovechando el estado excepcional que en materia migratoria tiene este Estado, han llenado calles y plazas, generando desconcierto y hasta malestar entre los locales por este desmesurado incremento de personas, donde otra vez no tengo la menor duda de que una gran cantidad también serán compatriotas nuestros. Entonces, debería entender que entre los ciudadanos contabilizados que han pasado por la selva de El Darién y otros que seguramente llegarán por alguna otra ruta, Ecuador solamente con destino a Estados Unidos de Norteamérica ha aportado con más de 70.000 migrantes en este nuevo éxodo de compatriotas a los Estados Unidos y, seguramente, otros miles que por varias rutas estarán llegando a Europa y otros destinos más lejanos. En este contexto, me pregunto cuál es el razonamiento que lleva al Presidente Guillermo Lasso al reiterar que se encuentra conversando con autoridades europeas para la Visa Schengen de turismo para acceso de ecuatorianos a la Unión Europea con esta oleada migratoria, ¿tendría sentido que la otorguen? ¿O solamente se trata de un anuncio que, por decir lo menos, evidencia desde las Relaciones Internacionales un desconocimiento de lo que, por lo menos en la Unión Europea, se precautela al momento de conceder este tipo de exenciones?. Las razones de lo que ocurre hoy en día se reducen principalmente a la pérdida de empleos o la reducción de ingresos, motivadas principalmente por un ambiente de inseguridad jurídica y física del que no se tiene antecedente en la historia republicana. Propongo que, en las preguntas del debate de los candidatos a tercear en las elecciones de octubre se señale cuál sería la política pública a implementar para revertir esta lamentable tendencia que no solo afecta el ánimo de un país envuelto en conflictos, sino que además separa familias y produce un efecto de desconsuelo en una sociedad que no merece esto.