Hace cinco años en la zona norte de Jambelí, en la provincia de El Oro, se podía practicar incluso parapente y los turistas podían subirse a las denominadas bananas. Una fotografía de 2018 muestra que la playa de ese sector era amplia. Sobre la arena había parasoles, carpas, sillas y los turistas caminaban por un espacio holgado.
Hoy la situación es distinta. Apenas quedan unos 10 metros de playa y ello, además de impedir que los turistas se instalen en la arena o imposibilitar que comerciantes ofrezcan productos y servicios, genera preocupación constante entre los 35 residentes que quedan en la zona. El mar ha avanzado de una manera sorprendente. Según los residentes, 43 edificaciones se han perdido y más de 100 metros de playa quedaron bajo el mar.
La mayoría de las construcciones afectadas eran negocios instalados junto a la playa. El mar también ha destruido postes de alumbrado público y ha desprendido árboles. La corriente lleva hasta la orilla troncos y escombros. En una parte, los pobladores han colocado sacos de rocas y arena para intentar contener el avance de la erosión. Mariana Sincha vive en esta parte de Jambelí desde hace 35 años. Dice que ya no tiene donde más retroceder, pues detrás de las viviendas hay camaroneras.
Teme que su propiedad termine hundiéndose. Actualmente las actividades turísticas se condensan en el centro de la isla de Jambelí, una situación que ha afectado a la economía de sus habitantes. Los comerciantes indican que llegan unos 20 000 turistas al año y que, previo a la pandemia, eran unos 150 000. Por esta razón Carlos Vélez, otro habitante de la isla, enfatiza que el turismo “ha muerto” en la zona.
Él pide que se declare la emergencia en Jambelí para proteger este territorio. En Jambelí, que pertenece al cantón Santa Rosa, hay unos 1 500 habitantes. Su playa se extiende por siete kilómetros. Dos de ellos son los afectados por el avance del mar. De acuerdo al Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada del Ecuador (Inocar), del 14 al 17 de septiembre existirá aguaje máximo en toda la costa ecuatoriana. Este anuncio genera más temor en Jambelí.
