Las autoridades y los residentes del norte de China se encuentran en alerta máxima debido a las lluvias y tormentas más intensas de la última década en la región, que ocasionaron la muerte de dos personas y la evacuación de más de 100 mil hasta este 31 de julio. Los remanentes del tifón Doksuri, que tocó tierra el viernes 28 de julio avanzan por el centro y norte del país, informa la agencia estatal de noticias Xinhua.
Miles de personas desplazadas en distintas regiones del país Según el Centro Meteorológico Nacional de China, la precipitación media en Pekín alcanzó los 157,8 mm, mientras que en una aldea del distrito suburbano de Fangshan se registró una precipitación máxima que superó los 538 mm, lo que provocó un corrimiento de tierras que obligó a evacuar a más de 10 mil residentes.
Las áreas más afectadas en la capital son las regiones oeste, sur y urbanas, lo que ha llevado a la evacuación de más de 45 mil personas y la suspensión de operaciones de más de 200 líneas de autobús y varias rutas de tren en las áreas suburbanas. En la provincia de Hebei, las autoridades meteorológicas pronostican que las precipitaciones acumuladas probablemente excedan los 250 mm en algunas áreas.
Específicamente, la ciudad de Baoding se ha visto duramente afectada por las poderosas inundaciones, lo que ha llevado a la evacuación de más de 54 mil personas. Los daños generados por el tifón El nivel de riesgo de inundaciones en el norte de Baoding, donde un puente se derrumbó provocando que dos camiones cayeran al agua y una persona desapareciera, alcanzó el nivel II, el segundo más alto.
Otro tifón de Filipinas Mientras tanto, un nuevo tifón, el Khanun, se acerca a Filipinas, siguiendo una trayectoria similar a la efectuada por el Doksuri. El tifón ha ganado fuerza mientras avanza hacia las aguas del norte del archipiélago, lo que ha generado preocupación en un país que todavía se recupera del impacto del tifón Doksuri, que dejó al menos 25 personas muertas y más de 300 mil damnificados.