NOVELERÍA MILITANTE
Elecciones van y vienen con alguna intermitencia en nuestro medio, con ellas, efusivos nombres, que no necesariamente representan liderazgo, se presentan como alternativa de solución para todo aquello que nos afecta como bien común. No dicen eso sí, que quienes les antecedieron usaron las mismas prácticas para dejarnos con menos Estado y en el estado actual de cosas.
Interesadamente se endosan las culpas en distintos tonos, algunos cargados de odio, otros con cierto resentimiento y quizá pocos con alguna mueca de humor. La palabra cambio se convierte en un desgastado discurso, cuando su significado y significante fueron usados por los hechos.
Algo así como tres ideas desconectadas, pero con efecto estimulante forman un programa de gobierno, y el resto es buscar noveleros interesados en buscar empleo, o quizá, y más peligroso, en encontrarse de lleno con el poder para usufructuar estafando a todos.
Se concreta con una panorámica de los candidatos y sus recorridos con algunos corifeos gritando consignas, todas llenas de una militancia novelera. De no ser carnaval, podría pasar por alguna comparsa festiva y con días de duración.
Estamos en campaña política debidamente autorizada y en pleno furor. Hay quienes hacen sus apuestas al ganador, pero los más de los militantes, buscan empleo, aunque de momento su trabajo es gratis.