HISTORIAS DE LA HISTORIA
El remoto asentamiento humano en Manta seguirá como un enigma, aunque ya se han dado algunas claves para desentrañarlo, en todos sus contenidos de civilización luminosa. Pero la ciudad, fondeadero natural, en el salto de caleta de pesca- dores a poseedora de la flota más grande de pesca en el Pacífico suramericano, tiene infinitas historias personales. La multiplicación de actividades económicas a partir de los inmigrantes, de manera especial europeos, tiene un libro como paso inicial para caminar, y tiene más por decir.
La sucesión de historias personales, podrá configurar propuestas de la historia de nuestra ciudad, por su incidencia en hechos maduras para construir, porque la llegada de nuevas herramientas con sus almacenes, automotores, motivando un tren para que los comerciantes unan el interior y sus riquezas a la salida al mundo desde el puerto.
Los primeros habitantes de cada barrio, trasladando su ruralidad a lo urbano para crecer junto al espacio físico en medio de un mestizaje frecuente y próspero. La lucha de las ocupaciones por sobrevivir en medio de las oportunidades ofrecidas. Los educadores, llegados desde pueblos y ciudades distantes y ecuatorianas para sembrar una semilla esencial. La transformación de la ciudad, tiene en esas historias personales su historia. Es recomendable contarlas, para abrir otra posibilidad de ver la historia.