“No tengo nada que ver con ninguna banda, quiero limpiar mi nombre”

“Siento que mi corazón es una piedra. Trato de no pensar, veo en mi celular las fotos de los bebés, de mi esposa, quiero llorar, pero no puedo. Hago de cuenta que ella y los niños están en la casa de su papá”, manifiesta Jhordan, el padre y esposo de las 5 víctimas del atentado registrado el lunes 11 de diciembre en la cooperativa Guayas y Quil, del Guasmo sur.

 El guayaquileño, de 28 años, y su pareja, de 24, tenían casi una década de relación. Se conocieron a través de una red social, se enamoraron, se casaron y procrearon cuatro hijos. El ataque fue propiciado por individuos a bordo de un carro blanco, quienes desde la calle dispararon a través de la ventana y de la puerta. A 8 días de la desgracia que lo consume, a su mente vuelven los instantes de la tragedia que le arrebató a quienes más amaba y por quienes se esforzaba para conseguir empleo. 

“Habíamos terminado de merendar y mis dos hijas, de 7 y 5 años, se fueron al cuarto a ver televisión. Mi hijo de 3 años jugaba con su monopatín, mi bebita en 5 meses estaba en el andador, ambos en la sala. Mi esposa estaba a mi lado. En ese momento escuché que un carro se estacionaba frente a la casa. Todo fue tan rápido, corrimos al cuarto para proteger a las niñas, fue en ese momento en que las balas entraron al cuerpo de Rosita, ya mis hijos estaban heridos”, rememora. La niña de 7 trató de proteger a su hermanita de 5 con su frágil cuerpo, por eso presentaba el mayor número de tiros. 

Jhordan fue testigo de la muerte de sus dos hijitos menores. El niño de 3 años falleció en sus brazos y la bebita en los brazos de su abuelastro. Hoy solo pide justicia y que su imagen quede limpia, ante sus familiares, los de su esposa y de la ciudadanía, que piensa que era a él a quienes buscaban los sicarios.

 “Yo no tengo nada que ver con ninguna banda, quiero limpiar mi nombre y dejar claro que amaba a mi familia, estaba desempleado, pero ya me había salido trabajo, justo el día en que velaba a mis niños me llamaron de una empacadora. Debo presentarme mañana (hoy), pero aún necesito tiempo para comenzar, no he podido asimilar esta tragedia”.

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