Luego de jurar «por Dios y por la patria» como presidente de Argentina en la ceremonia oficial de asunción, Javier Milei se retiró del pleno de la Asamblea Legislativa. Por primera vez en 40 años desde el retorno de la democracia, el presidente recién posesionado no dirigió su primer discurso a los diputados y senadores.
En su lugar, Milei fue a las escalinatas de Congreso y se dirigió a la gente congregada ahí (algunos desde varias horas antes). «Hoy comienza una nueva era en Argentina. Hoy danos por terminada una triste historia de decadencia y declive. Los argentinos han demostrado una voluntad de cambio que no tiene retorno», dijo como inicio de su discurso Milei. El nuevo presidente argentino recordó que, durante más de 100 años, los políticos se han empecinado en defender un modelo empobrecedor, un modelo que considera que el estado es un botín de guerra que hay que repartir con los amigos.
«Ese modelo ha fracasado en todo el mundo, pero sobre todo ha fracasado en Argentina», recalcó. No hay alternativa al ajuste «En todas las esferas, miren donde miren, la situación de la Argentina es crítica y de emergencia. No tenemos alternativa y tampoco tenemos tiempo«, puntualizó Milei El nuevo presidente argentino afirmó que ningún gobierno» ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros». El déficit llega al 17% del PIB. De ese total, 5% corresponde al Tesoro y 10% al Banco Central «Es necesario limpiar los pasivos del Banco Central. De esta manera se pondría fin a la emisión del dinero.
La única causa cierta de la inflación», pronunció. Sin embargo, alertó que cualquier plan monetario demorará entre 18 y 24 meses en producir sus efectos más beneficios. «Aun cuando hoy dejemos de emitir dinero, seguiremos pagando los desmanes de la política monetaria. Lo vamos a pagar en inflación«, dijo Milei. También, se refirió al problema del cepo cambiario y lo calificó como una «pesadilla social y productiva». «El gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación, que llevaría la pobreza por encima del 90% y la indigencia por encima del 50%.
La bomba en términos de deuda asciende a más de 100.000 millones de dólares. La economía no crece desde 2011 y el empleo formal está estancado en 6 millones de puestos de trabajo. Los salarios reales están destruidos. Nos han arruinado la vida», relató Milei Ante este escenario de debacle en todos los ámbitos, Milei recalcó enfáticamente que «No hay alternativa posible al ajuste. No hay alternativa al shock». «No buscamos ni deseamos las duras decisiones que deberemos tomar en las próximas semanas.
Vamos a tomar todas las decisiones necesarias para arreglar 100 años de despilfarro. Se hará un ajuste ordenado que caiga con todas sus fuerzas contra el Estado y no contra el sector privado», aseguró Milei. El nuevo presidente argentino reconoció que a corto plazo la situación empeorará e hizo un llamado a establecer un nuevo contrato social, donde se liberalice la economía y «el Estado no dirija nuestra vidas, sino que proteja nuestros derechos».
Para finalizar, Milei repitió que «Hoy comienza una nueva era en Argentina». Hizo un llamado a que se unan todos los políticos, empresarios y sindicalistas que quieran el cambio. «El desafío que tenemos por delante es titánico No vamos a claudicar, no vamos a retroceder, no nos vamos a rendir. Abrazar las ideas de la libertad es la única manera de salir del pozo en el que nos han metido. Habrá luz al final del camino.», concluyó Milei.
