
Los jefes de Defensa de Tailandia y Camboya firmaron el sábado 27 de diciembre un acuerdo de cese al fuego con efecto inmediato en la frontera común, donde los enfrentamientos militares que arrancaron el 7 de diciembre han dejado un centenar de muertos y cerca de 700.000 desplazados.
Ambos ejércitos se comprometieron a evitar provocaciones como el desplazamiento de tropas en las zonas limítrofes que han sido el escenario de la histórica disputa territorial, así como a garantizar el retorno seguro de los desplazados.
En este sentido, pactaron al menos abordar, a través de mecanismos bilaterales, la polémica demarcación en zonas limítrofes, un asunto por el que Camboya ha acudido ante instancias internacionales, lo que ha molestado a Tailandia.
Asimismo, los militares acordaron trabajar de forma conjunta para retirar minas antipersona, uno de los principales reclamos de Bangkok, que acusa a Nom Pen de sembrar nuevos artefactos, que han causado heridas, algunas de ellas mortales, a varios soldados en los últimos dos meses.



