
Agencias, EM.- Rusia se ha dedicado en los últimos días a rebajar las ilusiones de los países europeos sobre un posible acuerdo de paz en Ucrania antes de que concluya el año. Moscú ha rechazado las modificaciones al plan de paz de Estados Unidos antes incluso de recibirlas por escrito. «No sé lo que saldrá en papel después de esas consultas. Pero difícilmente será algo bueno», comentó Yuri Ushakov, asesor de política internacional del Kremlin. El presidente ruso, Vladímir Putin, se mantiene en sus trece a la espera de que los emisarios del presidente de EE.UU., Donald Trump, regresen al Kremlin. EL FUTURO DE UCRANIA EN LA OTAN La principal línea roja para Rusia sigue siendo el ingreso de Ucrania en la OTAN. Moscú mantiene que ese precisamente fue el detonante del conflicto que estalló en 2014 – planes para una posible base aliada en la península de Crimea-, por lo que no piensa ceder en ese terreno. El problema es que tampoco parece dispuesto a aceptar que Kiev reciba garantías de seguridad de Occidente similares al artículo 5 del Tratado de la Alianza Atlántica. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recordó a Europa que «al hablar de garantías de seguridad, no podemos limitarnos sólo a Ucrania».



