
Redacción, EM.- Con cifras cerradas a octubre de 2025, Ecuador se encamina a cerrar uno de los mejores años para su sector exportador. Las ventas al exterior alcanzaron los 20.708 millones de dólares, lo que significó una generación adicional de divisas superior a 3.000 millones de dólares frente a 2024. Así inicia el balance presentado por Xavier Rosero, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) en el Reporte Estadístico de Comercio Exterior, Expordata. El resultado, que refleja un crecimiento del 19 % de las exportaciones no petroleras y no mineras, Rosero subraya que se trata de una cifra sólida que confirma el peso del sector exportador como motor de crecimiento. El camarón se mantiene como el principal producto de exportación. Entre enero y octubre de 2025, las ventas de este producto crecieron 22 %, alcanzando $ 6.949 millones. Le sigue el cacao y sus elaborados, que registraron un incremento del 46 %, con exportaciones por $ 3.729 millones. En tanto, el banano y plátano mostraron un crecimiento del 12 %, con ventas que sumaron $ 3.517 millones. En cuanto a los destinos, la Unión Europea se consolidó como el principal mercado, con un aumento del 22 % en las exportaciones ecuatorianas. Estados Unidos ocupó el segundo lugar, con un crecimiento del 37 %, mientras que China registró un incremento más moderado, del 8 %. Para Fedexpor, estos resultados confirman que el sector exportador no petrolero y no minero es hoy el principal generador de crecimiento económico y de liquidez primaria para el sistema. El desempeño cobra aún más relevancia si se considera que 2025 ha estado marcado por una fuerte volatilidad del comercio internacional, sumada a una elevada carga interna de costos que limita la competitividad. Rosero advierte, sin embargo, que el crecimiento observado en los últimos meses responde en parte a un aumento acelerado de los volúmenes exportados, con márgenes más bajos, una estrategia adoptada por las empresas para no perder posiciones frente a la competencia internacional. Esta tendencia, señala, debe observarse con cautela, ya que un crecimiento sustentado en precios más bajos y mayores volúmenes no es sostenible en el tiempo.



