CHILE: RESULTADOS POR SOBRE IDEOLOGÍAS
Hablar hoy del triunfo de la izquierda o de la derecha tras una elección presidencial es una equivocación. En Chile, el mensaje de las urnas no parece ideológico, sino práctico. La ciudadanía no votó por una bandera doctrinaria, optó por la expectativa de soluciones concretas a problemas que afectan la vida diaria. La preocupación por la seguridad se ha instalado como una urgencia. La violencia asociada a la inmigración irregular, en especial aquella vinculada a redes delictivas transnacionales provenientes de Venezuela, ha erosionado la sensación de control y convivencia. A ello se suma la demanda por recuperar el dinamismo económico que durante años posicionó a Chile como referente regional y como una nación cercana a estándares de desarrollo avanzados. El resultado electoral expresa cansancio frente a un ciclo prolongado de debates que no se traducen en mejoras tangibles y a procesos políticos que no han cumplido las expectativas. La decisión ciudadana apunta a un giro sustancial respecto de lo vivido en los últimos años, incluidas consultas que no lograron canalizar consensos ni estabilidad. Más que una adhesión ideológica, lo que emerge es una aspiración clara: bienestar. Empleo, seguridad, crecimiento y orden. El nuevo gobierno enfrentará el desafío de entender que el mandato recibido es para responder con eficacia.



