Los dos proyectos termoeléctricos de la compañía estadounidense Progen debieron estar operativos desde noviembre de 2024, pero un año después, las huellas del fracaso de esas obras aún son evidentes en el oeste de Guayaquil.
Ahí, este miércoles,Televistazo captó que la central Salitral luce abandonada. Debajo de esa cubierta metálica están los 29 generadores que iban a entregar 100 megavatios al Sistema Eléctrico Nacional y hoy siguen almacenados sin que ninguna autoridad retome la obra para culminarla, a pesar de que el 16 de junio la entonces vocera del gobierno aseguró que la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) se iba hacer cargo.
«Hoy la empresa Celec EP tiene la capacidad determinar de montar esas centrales de producción», expresó entonces Carolina Jaramillo, vocera del Gobierno. Han pasado seis meses de ese anuncio y en la termoeléctrica Quevedo el panorama es similar, no hay técnicos que trabajen para culminar los otros 50 megavatios que deben producirse en esa central. Y en ese tiempo, ni Celec, ni la ministra de Energía, Inés Manzano, han dado información clara sobre la situación de ambos proyectos por los que el estado pagó USD 108 millones.
Lo único que está claro es que en julio Celec denunció a Progen por los delitos de estafa y delincuencia organizada, ha pasado cinco meses y tampoco se conocen los avances de esas investigaciones. Bajo esa modalidad de secretismo, el Gobierno carga la responsabilidad de retomar esos proyectos. Para hacerlo, la consultora Taxia hizo una inspección que determinó en qué condiciones recibió esas obras, pero los informes que ya fueron presentados en septiembre son confidenciales a pesar de ser una obra pública.
La única certeza a la que acceden los ciudadanos es que Celec ejecutó las garantías con Progen por USD 30 millones y se quedó con los equipos viejos según determinó la Contraloría General del Estado.
