
A cinco años del cierre de la Empresa Ferrocarriles del Ecuador, los ex trabajadores continúan a la espera de sus liquidaciones. El ferrocarril, que alguna vez recorrió 12 provincias y 985 kilómetros, hoy es apenas una sombra.
Y quienes lo mantuvieron vivo, siguen esperando lo que la ley les promete. Son USD 20 millones 800 mil, lo que se les adeuda y que ni con movilizaciones ni reclamos han logrado cobrar. El actual liquidador conversó con Televistazo, antes de él pasaron tres durante tres gobiernos.
Asegura que el problema es profundo, pues el 95 % de los bienes del ferrocarril son patrimoniales y por ley no pueden venderse. Es decir, no sirven para pagar. Jaime Páez asegura que encontraron las instalaciones en “estado caótico”, pero que avanzan en la recuperación, estaciones, talleres, locomotoras y miles de bienes inventariados.
Aun así, la realidad es que el pago no depende de ellos. Del sueño de la reactivación del tren dijo que para que funcione desde la estación de Chimbacalle en Quito, se necesitarían entre USD 35 y 40 millones, solo en una primera fase. Hoy, apenas el 7 % de la vía total del tren está habilitada.



