
El Tribunal de Garantías Penales de Manta declaró culpable a Edgar Z., del delito de violación con contra su sobrina política de 11 años. Ocurrió en julio de 2024 en Manta. Tras valorar las pruebas presentadas por la Fiscalía General del Estado, los jueces impusieron 29 años y 3 meses de pena privativa de libertad. Esta es la sanción más alta alcanzable al sumar agravantes tipificados en el artículo 171 del COIP. La víctima llegó desde Quito a pasar vacaciones con su padre en Manta. El día del abuso, la tía paterna –esposa del sentenciado– pidió que la menor permaneciera unas horas en su vivienda mientras realizaba diligencias. En ese intervalo, entre las 14:00 y las 17:00 aproximadamente del 12 de julio de 2024, Edgar Z., aprovechó la confianza familiar y la ausencia de adultos para cometer la violación.
DENUNCIA INMEDIATA Y RESPUESTA INSTITUCIONAL Cinco días después, la menor reunió valor y relató los hechos a su padre. El progenitor acudió de inmediato a la Unidad de Violencia de Género de la Fiscalía de Manta y presentó la denuncia por violación el 17 de julio de 2024. La institución activó el protocolo especializado para delitos sexuales contra menores. A la menor le hicieron una valoración médico-legal, cámara de Gesell y pericia psicológica. Los exámenes confirmaron desgarros recientes compatibles con violación y un impacto emocional severo en la víctima.
PRUEBAS DE LA ACUSACIÓN POR VIOLACIÓN Entre las pruebas presentadas en el juzgado está la pericia médico-legal que identifica lesiones en zona genital. Además de, un informe psicológico, el testimonio anticipado de la víctima en el que relata que el agresor la amenazó con hacerle daño a ella o a su familia si contaba lo sucedido. El padre de la niña también declaró y ratificó la relación de parentesco: el procesado era cuñado suyo y esposo de su hermana.


