El peleador ecuatoriano Michael Morales expresó en una entrevista post lucha por su alegría por la victoria, reveló la estrategia detrás del nocaut y recordó la tensión que sintió por el corte de peso, asegurando que solo estará satisfecho cuando tenga el cinturón de campeón en sus manos.
Michael se mostró eufórico tras su reciente victoria, calificándola como una bendición. «Estoy muy contento, más que feliz por esta oportunidad que me dio Dios. Se hizo, cumplimos la palabra, finalizar en el primer round y se nos dio», declaró.
El ecuatoriano aprovechó el momento para lanzarle un dardo a su rival en la búsqueda de una oportunidad por el título, Carlos Prates, e insistir en su derecho a una oportunidad titular, basándose en la promesa que ambos hicieron sobre el final de sus respectivos combates.
«Yo dije que iba a finalizar en el primer round, yo cumplí mi parte. Él (Prates) lo hizo en el segundo. Creo que merezco la oportunidad por el título, quien realmente cumplió con su palabra y ese fui yo.» Morales compartió detalles sobre su preparación, revelando que anticipó el estilo de su oponente y la dificultad de enfrentar a un número 2 de la división.
«Sabía que se quería venir a luchar, por eso mantuve una posición más agachada de lo normal. Quería estar conforme con el tamaño de él, fue parte de la estrategia. Me pateó bien, pero ya lo teníamos estudiado. Mi esquina me calmó mucho. Me estaba enfrentando al número dos y era algo difícil de asimilar,» confesó.
El peleador también admitió que los nervios no solo vinieron por el rival, sino por el estricto control de su peso. «Estaba muy nervioso. Lo primordial era dar el peso, venía asustado más por el peso. El día del corte, cortamos 16 libras, pero en la pelea reboté a las 200 libras.» A sus 26 años, Morales se ve como el rostro de una nueva generación de luchadores.
«La evolución es constante, nadie lo va a hacer por mí. Estamos jóvenes y somos la nueva era de la UFC,» afirmó con convicción.
