Dr. Juan Carlos Cassinelli Cali
Ex Ministro de Comercio Exterior, Doctor en Jurisprudencia, Director de Global Trade Consulting. Presidente del Comité de Comercio de Inversiones amcham GYE
Twitter: @JCCassinelli juancarlos@cassinelliabogados.com
En las últimas semanas ha causado gran preocupación el anuncio de que se habría detectado, en una finca bananera de la provincia de El Oro, la presencia del llamado Fusarium Raza 4 Tropical en aproximadamente siete hectáreas. Es necesario tener mucho cuidado con esta noticia, tomando en cuenta el enorme impacto que podría tener en caso de confirmarse su presencia. Actualmente, las autoridades se encuentran realizando los análisis finales para determinar si efectivamente existe la presencia del Fusarium Raza 4 Tropical en el Ecuador, en laboratorios ubicados en Sudáfrica. Como antecedente, vale recordar que esta plaga apareció alrededor del año 1990 en Taiwán, luego se extendió por el sudeste asiático, alcanzó África y, más recientemente, algunas regiones de América Latina, principalmente Venezuela, Colombia y Perú. Desde su detección, el Fusarium 4 ha arrasado con cerca de 100.000 hectáreas en los territorios mencionados. Por esa razón, esta noticia no puede pasar desapercibida. Las autoridades, especialmente Agrocalidad, han tomado cartas en el asunto y han comenzado a aplicar protocolos para evitar que el Fusarium Raza 4 Tropical cruce las fronteras. Se debe recordar que Perú es el país más próximo a la provincia de El Oro, precisamente donde se sospecha la posible presencia de esta plaga. del Perú, El Fusarium 4 no se propaga por el viento; su transmisión ocurre a través de las ruedas de los vehículos, las pisadas de los trabajadores o el movimiento de personas que transitan entre la provincia de El Oro y el norte y que podrían regresar al Ecuador para laborar en las plantaciones. Si no se establecen protocolos adecuados, esto puede afectar directamente la tierra. Es importante recalcar que el Fusarium Raza 4 Tropical ataca el suelo y, en él, las raíces de las plantas. Por ello, una vez detectada su presencia, resulta prácticamente imposible erradicarlo: la única medida es eliminar la planta afectada, ya que la plaga puede subsistir durante décadas en el suelo. Actualmente, se analiza la posibilidad de experimentar con algunas variedades que en otras partes del mundo han demostrado ser resistentes a esta plaga. Sin embargo, debe tenerse presente que la variedad Cavendish —la más comercializada a nivel mundial y la principal exportada por el Ecuador— sería muy difícil de reemplazar, por lo que esa hipótesis debe considerarse solo como una alternativa lejana. Hoy más que nunca, la prioridad debe ser la prevención. Este tema se viene advirtiendo desde hace al menos dos o tres años, y es momento de reforzar todas las medidas necesarias para evitar consecuencias graves en una producción que abarca más de 200.000 hectáreas en el Ecuador y da empleo, directa e indirectamente, a más de 800.000 personas.