La tormenta Amy azotó el norte de Europa durante el fin de semana con fuertes vientos y lluvias intensas que causaron la muerte de al menos tres personas y afectaron gravemente infraestructuras, transporte y suministro eléctrico en varios países.
En Irlanda, un hombre falleció en Letterkenny, al noroeste del país, en un incidente relacionado con las condiciones meteorológicas. En Francia, otras dos personas perdieron la vida y un joven de 18 años que se bañaba en Étretat, cerca de Le Havre, y un hombre de 25 años que murió al caerle una rama sobre su vehículo en la región de Aisne.
La tormenta provocó ráfagas de hasta 154 km/h en la isla escocesa de Tiree, según la agencia británica Met Office. Más de 200 000 viviendas en Irlanda e Irlanda del Norte se quedaron sin electricidad, mientras que en Escocia numerosos servicios de ferry fueron suspendidos y varias carreteras quedaron bloqueadas por árboles caídos.
En los países escandinavos, Amy golpeó con fuerza entre el viernes y el sábado. En Noruega, más de 100 carreteras fueron cerradas.
