ABUSO EN VENTA DE LIBROS Y UNIFORMES
Cada agosto, los padres de familia reciben las listas de útiles, libros, uniformes y hasta artículos de limpieza para el año lectivo que inicia, pero acompañadas de las rígidas condiciones de compra. En el caso de los libros, las familias están atadas a editoriales, sus distribuidores y los acuerdos que tienen con cada escuela y colegio. La compra de libros y sus claves para plataformas digitales, tareas o juegos es obligatoria. Además de la agresiva imposición de una editorial determinada, el costo puede llegar hasta los $500, en algunos casos incluyendo artículos como esponjas para lavar platos, aromatizadores en spray y bolsas de basura tamaño industrial. Las alertas están encendidas. La Superintendencia de Competencia Económica (SCE) tiene claras las jugadas que encarecen los textos y los monopolios que abusan del sistema, empujando acuerdos exclusivos con editoriales y distribuidores. La SEC descubrió que el 90% de las ventas se hace a través de intermediarios, lo que encarece el costo final para las familias, en un mercado en el que un solo actor concentra el 40% de las ventas. Si el estudiante no cumple las normas simplemente no puede estudiar, lo que se vuelve discriminatorio. Otro gran abuso constituye el acuerdo entre colegios y proveedores de uniformes para cambiar de colores y modelos año tras año, imponiendo otra onerosa carga a las familias. El año lectivo inició, pero el Ministerio de Educación, la Superintendencia y la Asamblea Nacional deben establecer normas lógicas que ayuden a las familias, en lugar de imponer trabas.