Un ataque con dron contra un helicóptero y un coche bomba en Cali han provocado la reacción del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien finalmente pedirá al Estado y al mundo entero, según indicó, que las disidencias de las FARC sean “consideradas organizados terroristas perseguibles”.
Las palabras de Petro se transmitieron durante un evento este 21 de agosto de 2025, donde el mandatario colombiano lamentó la muerte de al menos cinco civiles, por un atentado perpetrado con un camión bomba en inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez de Cali.
Petro señaló que pedirá “al Estado colombiano y al mundo que la Junta del Narcotráfico y sus bandas, disidencias de Iván Mordisco, Segunda Marquetalia y Clan del Golfo, sean consideradas organizaciones terroristas perseguibles en cualquier lugar del planeta tierra”.
También agregó otras acciones en contra de estas guerrillas, a las que consideró criminales de guerra:
Colombia solicitará a la Agencia de Defensa Jurídica del Estado iniciar un proceso contra los dirigentes de estas bandas y los integrantes de la denominada Junta del Narcotráfico, “por delitos contra la humanidad, cometidos en Colombia sistemáticamente”.
Se pedirá a la Corte Penal Internacional una investigación por los hechos cometidos antes de su gobierno y durante el mismo, asegurando que “demuestran que son criminales de guerra, acuden al terror y son criminales contra la humanidad”.
El pronunciamiento de Petro se distancia de la llamada política de paz que había mantenido el gobierno del presidente izquierdista, quien trató de negociar con las disidencias de las FARC, pero sin éxito.
Solo con el Clan del Golfo, el gobierno de Petro mantenía diálogos en Catar al momento de los ataques de este 21 de agosto.
El Clan del Golfo, que también se financia con la extorsión, la minería ilegal y el tráfico de migrantes, insiste en ser reconocido como un grupo político y recibir un trato similar al de la guerrilla y los escuadrones paramilitares.