La víctima acompañaba a su esposa a un examen médico cuando ingresó sin autorización a la sala de exploración aún con la máquina de resonancia en funcionamiento.
Keith McAllister, ingresó sin autorización de los médicos a la sala por pedido de su esposa, para ayudarla a moverse de la máquina. Keith portaba una cadena de unos 8 kilos con un candado que solía utilizar para su taquilla en el gimnasio, al momento de aproximarse a la máquina fue succionado con gran fuerza.
La víctima fue trasladada a otro hospital, pero murió poco después debido a la gravedad de las heridas internas provocadas por el impacto.
Las máquinas de resonancia magnética son potentes imanes superconductores que generan campos magnéticos extremadamente intensos. Cuando un objeto es atraído violentamente por los imanes se lo conoce como “efecto misil”.
Como protocolo de seguridad está totalmente prohibido ingresar con cualquier tipo de metal. Se desconoce por ahora cómo el hombre logró cruzar la zona de control sin que el personal médico lo advirtiese.