LA POLÍTICA COMO SERIE DE STREAMING
Los últimos escándalos en la vida política ecuatoriana han dado lugar al nacimiento de un fenómeno mediático conocido como ‘politainment’, que no es más que la presentación de hechos con el mismo tono del entretenimiento popular o los reality shows. Son los propios actores políticos quienes alimentan esta narrativa, con declaraciones incendiarias o posturas teatrales, pero también con anuncios a través de sus plataformas digitales que buscan generar expectativa, como si se tratara del estreno de una serie en Netflix. Y para muestra, un clic: Mayra Salazar y Daniel Salcedo, sentenciados por el caso Metástasis; asambleístas y funcionarios públicos que, en las últimas semanas, utilizando redes sociales y otros medios, han convertido problemas serios (corrupción, violencia, abuso de poder) en ‘episodios’ de consumo rápido, donde importa más el escándalo que las soluciones. El riesgo de esta banalización es que la sociedad termine viendo la política como un espectáculo sin consecuencias, donde los delitos se diluyen entre memes y ‘likes’, y los ciudadanos se acostumbran a vivir entre la indignación momentánea y el olvido inmediato. El país no puede ser gobernado como si fuera una serie más del streaming. La política real no debe tener temporadas, sino soluciones. Una sociedad madura debe exigir acciones que cambien la realidad y no ‘comer cuento’.