Tras ser capturado, José Adolfo Villamar alias “Fito” confesó a los uniformados que había vivido seis meses en Monterrey. Además reveló que habría logrado esconderse en el búnker y pasar desapercibido en otros cinco allanamientos. Mientras que el otro año desde que se había fugado había vivido en otra casa cercana a la playa. Nunca salió de Manabí. Según fuentes policiales que participaron de la recaptura y hablaron “Fito” dijo que la orden a sus guardaespaldas era que en caso de algún operativo o allanamiento, no debían disparar porque no quería poner en riesgo la vida de su hija de tres años que lo acompañaba.
Además, “Fito” reveló que esperaba que lo extraditen a Estados Unidos porque temía por su vida y su seguridad en una cárcel de Ecuador “LA ÑIÑA DIJO AVÍSENLE A MI PAPÁ” John Reimberg, ministro del Interior, confirmó que la hija de tres años del criminal Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, jugó un papel Según ambos ministros, con la información de inteligencia determinaron la existencia de un bunker en la casa donde se encontraba ‘Fito’. Además, en esa vivienda se identificó una plantación que encendió las alertas. Entonces, las autoridades dieron la orden de ingresar al predio con maquinaria pesada y comenzar a excavar en esa zona de sembrío. “importante para dar con el paradero del principal cabecilla de “Los Choneros”.
En una entrevista, Reimberg mencionó que cuando personal militar ingresó a la vivienda en donde se encontraba el delincuente se encontraron con su hija y dos niñeras. Al ver a las autoridades la niña dijo “avísenle a mi papá”, lo que despertó la sospecha que “Fito” se encontraba en ese sitio. Con la ayuda de maquinaria y equipos tecnológicos se detectó un búnker debajo de la propiedad. La maquinaria empezó a trabajar para remover la tierra, -con temor a la caída de los escombros- el criminal decidió salir y rendirse. En el interior del búnker se halló una escopeta, con un solo cartucho. Reimberg dijo que la inteligencia policial y militar dio a esa vivienda como la posible localización del objetivo y desde el exterior era imposible divisar si existía un posible búnker o túneles en su interior, por lo que fue necesario el uso de la tecnología. Toda la operación tuvo una duración de 10 horas. Otras cuatro personas fueron detenidas en el operativo.