Han pasado diez días desde la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), en el sector de El Reventador, que provocó el derrame de aproximadamente 5 000 barriles de petróleo. Sin embargo, los trabajos de limpieza y restauración ambiental aún no han comenzado. Imágenes registradas esta semana muestran cómo el crudo sigue fluyendo hacia el río.
El petróleo impregna piedras, hojas de árboles y se desplaza con la corriente, afectando visiblemente el ecosistema. Inicialmente, Petroecuador anunció que iniciaría la remediación ocho días después del derrame. Pero este martes, ante la falta de acciones concretas, comuneros de la zona bloquearon una vía principal y advirtieron que cerrarán totalmente el paso si no hay respuestas inmediatas.