Dr. Juan Carlos Cassinelli Cali
Ex Ministro de Comercio Exterior, Doctor en Jurisprudencia, Director de Global Trade Consulting. Presidente del Comité de Comercio de Inversiones amcham GYE
Twitter: @JCCassinelli juancarlos@cassinelliabogados.com
Muchos se preguntan cuáles son las primeras consecuencias para el Ecuador del conflicto entre Irán e Israel. Sin duda, la más directa es el alza en el precio del petróleo, que ya supera los 75 dólares por barril. El crudo ecuatoriano también ha experimentado un incremento de precio, lo cual resulta favorable en términos de exportación, siempre que el país mantenga niveles sólidos de producción y no se vean reducidos recurrentemente, ya sea por desastres naturales o por falta de previsión en ciertos aspectos logísticos y operativos. Este aumento del precio del barril representa una ventaja para las exportaciones. No obstante, en el ámbito de las importaciones, implica mayores costos para el país, especialmente en el caso del diésel, considerando que la Refinería de Esmeraldas actualmente no opera a plena capacidad. En cuanto a las gasolinas, el impacto será notorio en productos como la Eco, mientras que la Súper no se verá afectada al no estar subsidiada en este momento. Este es, sin duda, uno de los primeros efectos visibles del conflicto. Paralelamente, otros acontecimientos relevantes para el país están ocurriendo en el contexto internacional. En los últimos días, una misión ecuatoriana viajó a Estados Unidos para reunirse con el Director de la Oficina de Comercio (USTR), a fin de abordar el reciente establecimiento de un arancel del 10% sobre productos ecuatorianos. En respuesta, Ecuador redujo previamente el arancel a la importación de vehículos estadounidenses. Sin embargo, ha surgido preocupación ante la posibilidad de que, en el marco de estas negociaciones, se contemple una eventual exoneración arancelaria para la importación de productos cárnicos desde Estados Unidos, lo cual podría afectar seriamente a la producción local y a los precios en el mercado interno. Por otro lado, cabe destacar un desempeño positivo en las exportaciones no petroleras del país, que han crecido aproximadamente un 16%, con productos clave como el banano, el camarón y el cacao —este último con precios internacionales muy favorables. No obstante, preocupa la ligera caída en las importaciones de materias primas e insumos productivos, lo que podría estar relacionado con las secuelas de la crisis energética reciente, así como con factores de incertidumbre política. Se espera, sin embargo, un repunte en los próximos meses. Finalmente, en lo que respecta al sector pesquero, que fue uno de los grandes protagonistas del comercio exterior ecuatoriano en 2024, se ha anunciado que desde junio dejará de recibir el subsidio al diésel. Esta medida podría afectar la competitividad, especialmente de la gran pesca industrial, aunque no necesariamente de la pesca artesanal. En resumen, Ecuador enfrenta una serie de desafíos y oportunidades en el ámbito comercial, marcados por factores tanto internos como externos, que requerirán atención estratégica durante lo que resta del año.